Fue un gusto compartir con Brigitte Baptiste, investigadora del Instituto Humboldt y actual directora de la Universidad EAN, en un espacio académico dedicado al medioambiente, la educación y la promoción de la cultura ecológica en Bogotá. Su mensaje nos recordó que no basta con sembrar un árbol: se trata de sembrar conciencia, de gestar una cultura ecosistémica que abrace la vida en todas sus formas. Las políticas públicas deben ir más allá de los planes y documentos, convertirse en acciones que integren a la ciudadanía y hagan del cuidado ambiental una práctica cotidiana, no una excepción.
Con una mirada profundamente humana y reflexiva —como lo expresó Marcelo Torres Cruz, director ejecutivo de la Corporación Laboratorios Pedagógicos de Familia— la educación ambiental no se limita a aprender a reciclar o limpiar un parque, sino que implica reencontrarnos con la naturaleza como parte esencial de nuestra identidad. Cuidarla es cuidarnos, entender que cada árbol, río y ave son extensiones de nuestra propia existencia. Solo así, desde esa conciencia íntima y transformadora, Bogotá podrá convertirse en una ciudad que respira junto a su gente y florece con ella.
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